viernes, 21 de enero de 2011

El arte de amar y de "pirarse" a tiempo.

     Lo conocí una mañana de sábado en que yo intentaba llegar a casa caminando derechita con el orgullo que la resaca me permitía. Un leve dolor de cabeza me hizo hacer un alto en el Starbucks de la Broadway. Coincidimos en la puerta, él me sonrió al cederme el paso. Me sorprendió: tenía un aspecto muy “gringo” pero actitud de galán italiano (según yo).
  -¿Tú me tomas en serio?
  -¿Cómo? Ay, honey, ¿estás filosófico hoy?
  -No, estoy hiperrealista.
  Podría enumerar momentos perfectos durante un largo rato pero ninguno supera a aquellas noches durmiendo juntos, entrelazando sudor y piernas. Los viernes a la noche eran ritual de pizza y seguidilla de partidos grabados durante la semana. Comer, hablar de todo y de nada, hacer el amor y gritar goles. Todo al mismo tiempo. Armonía de cosas mundanas.
  -¿Nena, a que le temes?
  -Mmmm…salvo a los hijos de puta, a nada.
  -Mientes, bitch!
  Hay señales que indican que estás en el momento justo y en el lugar indicado.
  ¿Las hay?
  Siempre que me voy de Manhattan me voy con cara de culo (todavía me pasa); como si hicieran un trasplante conmigo, al que todo mi ser rechaza con furia.
  ¿Será de Dios que siempre me estoy yendo de todos lados?

Autor: Gloria Llopiz

4 comentarios:

Adrián Granatto dijo...

A mi me parece que usted vendría a ser algo así como el famoso "culo inquieto".

@gloriallopiz dijo...

seeeeeeeee

PROFEHUGO dijo...

ESPERO QUE NO TE VAYAS DE TODOS LOS LADOS Y DE TODOS AQUELLOS QUE TE QUIEREN

@gloriallopiz dijo...

hay sitios de donde no me iría nunca, sólo basta que me lo propongan :)