domingo, 19 de diciembre de 2010

Doble ausencia por Gloria Llopiz.





















"Uy, mirá, en esa esquina, ya no está la panadería, hay un banco. No boluda, ahí no estaba la panadería ahí estaba el mercado. La panadería estaba en la otra, te acordás que había una ferretería al lado?. Ahhh, sí, tenés razón. Y que pasó con el panadero, se murió?. Claro bolu, hace mil que se murió, si éramos chiquitos y ya era re viejo, jajajaja. Uy! aquí estaba el edificio de Vinos El Sueño, te acordás?. Sí, Jajajaja. Sí, sabés que fabrican ahora ahí?. Noooo, qué? Huevitos Kinder!!!!. Huevitos Kinder made in Bragado, jajajaja. Adiós, que tal?. Bien, gracias. Adiós. Quién es?. Que se yo…vos saludá, ya no me acuerdo de alguna gente, se han puesto más grandes y no los reconozco. Mirá, mirá, por favor, una iglesia adventista!!! Decime que no estaba, yo jamás la vi, no éramos tantos como para que hubiera adventistas, no?. No, nena, es nueva. Viste, viste, ahí estaba la pelu adonde iba mamá, yo recuerdo los sábados allí pasando mil horas. Mamá  adentro de esa pelu y nosotros jugando en la vereda. Mil horas mamá en la pelu para que después, al volver a casa, se aplastara todo lo que le habían hecho porque no le gustaba, jajajaja. Sabés que el dueño de la pelu alquilaba habitaciones a la empresa de velatorios cuando necesitaban espacio extra?. Noooo, boludo, es bromaaa. Nooooo, boluda, es ciertooo. Compramos un salamín?. Sí y galletas, porque no es igual el salamín sin la galleta de campo. Dios mío, que rico. Como se puede vivir sin estos sabores? jajajaja!"


  La casa estaba cerrada desde hacía  meses, entramos sigilosamente. Abrimos ventanas para que entre la luz y encendimos la calefacción, aquí el invierno es muy frío porque esta zona es húmeda.  Se sintió raro pero no dijimos nada. Charlamos y bromeamos sobre si Portugal lo sacará del mundial a España. Una silla vacía. Un cenicero sin colillas. Un silencio dulzón y pesado. Una ausencia sutil,  persistente. Planeamos las actividades, prendimos la tv y el infaltable canal de deportes llenó la sala, la cocina, el comedor y nuestra mañana. Dicen que algún día todo se acomoda, sin que te des cuenta, todo se vuelve natural, espontáneo, cotidiano. Dicen que algún día, te acostumbras, también  a las ausencias, a algunos silencios y a las partidas para siempre.


autor: Gloria Llopiz

No hay comentarios: